- Carrera de Palacio, 29, 18800 Baza, Granada, España
- Solicitudes están cerradas.
El Palacio de los Enríquez fue mandado construir por el matrimonio formado por D.Enrique Enríquez y Doña María de Luna en 1506, tíos de los Reyes Católicos. Estos personajes y sus descendientes tuvieron una enorme importancia en el devenir histórico de la ciudad y de toda la comarca durante los siglos XVI y XVII.
El palacio presenta varias fases constructivas que van desde el Gótico final hasta el Renacimiento. En un principio respondía al modelo de casa de campo con torre, para pasar posteriormente a una villa de campo renacentista con planta en U definida por una larga crujía con una logia en la fachada principal y dos pabellones o belvederes sostenidos por columnas adosados a los extremos de su fachada trasera. En su interior guarda extraordinarias armaduras mudéjares y alfarjes con profusa decoración plateresca pintada de candelieri, grutescos, putti y heráldicas. Su condición de palacio construido extramuros de la ciudad y la propia configuración de la edificación centrada en torno a los jardines de su fachada posterior en los que existía un gran estanque, lo convierten en el único ejemplo de palacio de recreo al modo de las grandes villas italianas del Renacimiento que existe en toda Andalucía.
- Carrera de Palacio, 29, 18800 Baza, Granada, España
- Solicitudes están cerradas.
El Palacio de los Enríquez fue mandado construir por el matrimonio formado por D.Enrique Enríquez y Doña María de Luna en 1506, tíos de los Reyes Católicos. Estos personajes y sus descendientes tuvieron una enorme importancia en el devenir histórico de la ciudad y de toda la comarca durante los siglos XVI y XVII.
El palacio presenta varias fases constructivas que van desde el Gótico final hasta el Renacimiento. En un principio respondía al modelo de casa de campo con torre, para pasar posteriormente a una villa de campo renacentista con planta en U definida por una larga crujía con una logia en la fachada principal y dos pabellones o belvederes sostenidos por columnas adosados a los extremos de su fachada trasera. En su interior guarda extraordinarias armaduras mudéjares y alfarjes con profusa decoración plateresca pintada de candelieri, grutescos, putti y heráldicas. Su condición de palacio construido extramuros de la ciudad y la propia configuración de la edificación centrada en torno a los jardines de su fachada posterior en los que existía un gran estanque, lo convierten en el único ejemplo de palacio de recreo al modo de las grandes villas italianas del Renacimiento que existe en toda Andalucía.